VIVE IGUAL QUE MEDITAS

Que la gente se siente a meditar es hermoso, a casi todo el mundo le vendría bien sentarse un rato a meditar en silencio todos los días, ya fueran veinte minutos o cuarenta.
No obstante, cuando hablo de meditación no me refiero a lo que hacemos cuando nos sentamos formalmente.
La meditación también tiene que ver con la vida y la forma de vivir. Si solo aprendemos a meditar bien cuando estamos sentados, por muy profunda que sea la meditación no llegaremos muy lejos.
Los años me han permitido comprobar que incluso los meditadores buenos se olvidan de su meditación cuando se levantan del cojín…

La Meditación Autentica es algo que vive realmente en nosotros; es dejar de manipular y permitir que todo sea tal y como es.

Podrás estar conduciendo y permitir que todo sea tal y como es, que el tráfico sea «lo que es».
Practicar permitiéndote sentir lo que sientas.
Podrás dejar que el tiempo sea como es.
O podrás experimentar la próxima vez que veas a tu amigo o a tu amante.
¿Qué sucede cuando te encuentras con esta persona y permites que sea totalmente lo que es?
¿O qué sucede cuando me permito ser completamente lo que soy?
¿Cómo nos implicamos?
¿Que cambia? Así que la Meditación Auténtica puede ser una meditación muy activa, una meditación muy comprometida.
De hecho, debemos ver la meditación como algo que va más allá de cuando estamos sentados en un lugar tranquilo.
Si no, la espiritualidad y nuestra vida cotidiana se convertirán en dos cosas distintas.

Ése es el engaño fundamental: creer que existe algo llamado «mi vida espiritual» y otra cosa «mi vida cotidiana».

Cuando nos despertamos a la realidad descubrimos que todo es igual. Todo es la expresión ininterrumpida del Espíritu (Conciencia).
¿Qué pasaría si tu vida, y no solo el rato que pasas meditando, se basase en permitir que todo fuese “lo que es”?.
Supondría una revolución en la vida de casi todo el mundo….Implica permitir que todo sea lo que fue y lo que es ahora, y lo que podría ser. ¿Qué pasaría si basases la vida, todas esa horas en las que no estás sentado en silencio, en permitir que todo fuera “lo que es”.
Si lo hicieras toda tu vida podría volverse muy interesante. Pues la meditación es segura.
Te sientas en tu cojín, en tu silla y te haces un ovillo en tu postura preferida, ¿verdad?
Te da seguridad; es como regresar al útero, y eso es maravilloso pues descubres un lugar seguro, un lugar que nadie te puede quitar, y eso resulta agradable. Es realmente agradable.
Pero cuando empezamos a abrirnos y consideramos la meditación, más allá de un lugar seguro, una forma de afrontar la vida, esta se vuelve muy interesante, ¿no?
Empezamos a dejar de resistirnos a la experiencia, y empezamos a descubrir algo muy potente y poderoso.
Comenzamos a descubrir lo esencial, la verdad de nuestro ser. 

Empezamos a descubrir que nuestra naturaleza esencial, la Conciencia, siempre permite que todo sea “lo que es”.

Por eso meditamos de esta forma pues la Conciencia ya lo está haciendo así, permite que todo sea “lo que es”.
La Conciencia no se resiste a nada, no se enfrenta a “lo que es”.
¿Te has dado cuenta?
La Conciencia o tu verdadera naturaleza, permite que todo sea “lo que es”. Si estas teniendo un buen día, tu verdadera naturaleza te deja tener un buen día.
Y si estas teniendo un día horrible, tu verdadera naturaleza no se pone en medio como un obstáculo, ¿verdad?
Permite que sea lo que es.
Aunque esa sea su base, la Conciencia va más allá. He comprobado que una de las claves para ser verdaderamente libre es vivir igual que medito.
Cuando permitimos que todo sea realmente lo que es, cuando nos permitimos esta atmósfera interior, esa actitud interna de no aferrarnos a nada, ese espacio resulta muy fértil; es un estado de consciencia muy potente.
Esos momentos de entrega te darán la oportunidad de recibir algo creativo. Es el espacio en el que surge la visión, la revelación.
Así que no se trate de dejar que todo sea lo que es a modo de simple objetivo, sino como una meta.

Si lo conviertes en un objetivo te perderás la esencia, que consiste en permitir que todo sea simplemente como es; esa es la base, la actitud subyacente.

Desde esta actitud podrán suceder muchas cosas.
En ese espacio surgirá la sabiduría, los “ajas”.
Recibiremos el regalo de lo que necesitemos ver.
Es el espacio donde la totalidad de la Conciencia, y no solo una pizca de nuestra consciencia mental, podrá informarnos.
Y, por último, es el espacio en el que surgirá la Conciencia.
El espacio en el que nos daremos cuenta de que somos Conciencia, el material no manifestado del Ser.
Extraído del libro «Meditación Autentica» de Adyasanti
 

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Esta entrada tiene 9 comentarios

  1. Salva

    Magnifica exposición de como debemos meditar en nuestro dia a dia, incluso sin necesidad de sentarnos en el cojin.
    Solamente alineación y aceptación con "lo que ya es".
    Un abrazo amigo.

  2. ernesto oso

    Muy acertado Joman…es fácil meditar sentado en casita… pero dificil no perderse en el día a día.
    Un abrazo. Cuidate.

  3. Y esa consciencia cotidiana puede llegar a ser casi automática, porque llegamos a "habituar" a nuestro cerebro a enfocar la vida desde la consciencia.

    Un abrazo, Joman. Gracias por esta perla.

  4. carmen

    Muy bueno el post ,pienso que por esta razón es muy "dificil meditar2 ya que si no hay coherencia es imposible. Un saludo.

  5. ARIADNA

    TIENES MUCHA RAZÓM, LA MEDITACIÓN TIENE QUE IR MAS HAYA DE SER SOLO UNA CONCENTRACION EN UN SILLON…
    VAMOS A MEDITAR A CADA MOMENTO DE NUESTRAS VIDAS PARA MEJORARLAS, UN ABRAZO
    ARIADNA B.B.

  6. Belkis

    Cada elemento de la creación es lo que es. No hay nada que pueda existir si no es lo que es. Parece obvio… ni las naranjas ni los mangos pensarían en ser otra cosa que lo que son y todas sus semillas son para perpetuar lo que son. Aceptar lo que somos y vivir en consecuencia da mucha paz, tranquilidad y estabilidad. Gracias por tus aportes Joman, son muy valiosos.
    Un cariñoso saludo

  7. Hernat

    Precisamente en los momentos más difíciles de la "vida cotidiana" es cuando más importante se precisa la conexión con la conciencia, ver y oir desde "dentro", entendiendo que no somos ni la mente ni la emoción de este momento, y desde allí, rendirse a lo que "es" en la "forma" y actuar en ésta por medio de nuestra mente, según el "dictado" de nuestra "conciencia".
    Gracias Joman por tus aportaciones y por este blog tan enriquecedor. Un Saludo.

  8. Todo lo que necesitamos, está y estuvo siempre dentro de nosotros mismos, lo único que hay que hacer, es procurar dislumbrar nuestra esencia, y disipar las dudas del reflejo exterior.
    Gracias por el post, Joman.

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