
Es una disminución del apetito
que produce un adelgazamiento, que puede llegar a ser tan grave, que lleve a la
persona a la desnutrición total y a provocarle la muerte.
La anorexia es una enfermedad
típicamente femenina, aparece con frecuencia cuando la muchacha está madurando
y tiene que afrontar la etapa de su desarrollo sexual.
A menudo aparece coincidiendo
con una etapa en la que mantiene profundos conflictos con sus progenitores,
especialmente con su madre.
“La comida (simbólica) de mamá
es tóxica:”
Se trata de madres
sobreprotectoras, que controlan constantemente a su hija.
“Mi madre controla mi vida, mi
espacio, mi identidad”.
El amor, el afecto, la
nutrición emocional que me ofrecen me resulta indigesta e inaceptable; por
consiguiente: “no como.”
La relación que mantenemos con
la comida es un fiel reflejo de la relación que tuvimos con nuestra madre
cuando fuimos alimentados.
El niño asocia desde el
principio las ideas de comida y amor.
La anorexia manifiesta que la
relación de afecto, amor y de protección que el niño experimenta cuando está
siendo amamantado no ha sido satisfactoria.
Bien porque ha sido un hijo no
deseado o porque la madre hubiera preferido un chico en vez de una chica, o al
contrario.
Como consecuencia la madre no
está a gusto cuando da de mamar al niño, no se muestra cálida y amorosa, sino
todo lo contrario, fría y ausente, sólo lo hace por necesidad. Y el niño así lo
percibe, se siente rechazado.
Por eso guarda
inconscientemente el recuerdo de que la comida no es atractiva, no es
saludable; más bien es repulsiva.
Como la relación con la
alimentación expresa la relación con la vida, el niño también pierde la
confianza en esta.
Este rechazo de la vida se
manifiesta en la paciente de diferentes maneras: Se niega a ingerir alimentos
físicos o come cosas de escaso valor alimenticio. Cuando se encuentra sola, circunstancia
que aprovecha para comer de todo lo que encuentra, no quiere retener el
alimento y lo expulsa provocándose ella misma el vómito. También suele
practicar algún tipo de ejercicio físico o tomar sustancias específicas para
eliminar las grasas y mantenerse bien delgada.
El rechazo de la alimentación
puede ser tan grave que lleve a la enferma a la destrucción total, y
ocasionarle la muerte.
Por otra parte la anoréxica
también siente, consciente o inconscientemente un gran repudio a su propia
feminidad, es por ello que la mayor parte de ellas tienen problemas con la
regla o sufren de amenorrea. Tienen miedo a las “curvas” símbolo femenino y al
vientre abultado, símbolo de maternidad. “Tengo miedo de mi cuerpo, de sus
formas, de mi energía sexual”.
En sus relaciones con los
demás existe algo de hipocresía, ganas de llamar la atención, egocentrismo,
manipulación y miedo a la proximidad, a la intimidad y al calor familiar por lo
que tiende al ascetismo y a la soledad.
Recomendaciones para recuperar
la salud física, emocional y espiritual:
A estas personas no se les
puede ayudar, aconsejándoles u obligándoles a alimentarse, pues de ello es
precisamente de lo que huyen, de lo corpóreo, lo físico. Lo rechazan pues
simboliza lo malo, lo impuro.
Sin embargo sí le podemos
ayudar tratando de que se comporten con autenticidad, íntegramente, que sean
sinceras consigo mismas.
La persona anoréxica debe
aceptarse a sí misma, a su feminidad, a su ansia de amor, al sexo y admitir su
egocentrismo.
Necesita cambiar cuanto antes
la percepción que tiene de su madre y comprender que aquella ha hecho siempre
lo mejor que ha podido y tiene derecho a tener sus miedos y sus limitaciones,
como cualquier ser humano. Si acepta a su madre y su manera de nutrirle
afectivamente, aprenderá a aceptar a la mujer que hay en ella y recuperará el
gusto por la vida y por los alimentos.
Si empezamos a admitirnos tal
como somos, habremos dado el primer paso hacia la salud, hacia la vida. La
aceptación es el primer paso. Luego, integrarlos y vivirlos porque esta es la
única manera de lograr el punto intermedio, el equilibrio entre el ascetismo y
los deseos.
Necesitan integrar la parte
física en su Ser y dejar de vivir de ideales porque nos impiden vivir la
realidad. El Ser humano forma una totalidad-cuerpo, alma y espíritu- no es
posible la separación, aunque nosotros lo creamos.
La materia es parte de la
creación con el mismo valor que el aspecto espiritual, es nuestro deber llevar
nuestro Ser espiritual a lo físico, y esto no es posible reprimiendo esta
condición o huyendo de ella.
Sugerencias para las personas
afectadas:
Hablar con la madre, aclarar y
expresar sus sentimientos.
No sentirse obligada, bajo
ningún concepto, a dar cuentas a su madre.
Si no tuviera más remedio,
alejarse de su madre para poder vivir su vida plenamente.
Afirmaciones:
“Me siento a salvo”.
“Me amo y soy feliz, por mí y
para mí. Soy una persona maravillosa”.