
Como dice Jung, “la enfermedad no
está aquí para ser curada, sino ante todo para curarnos…”
Cuerpo y mente son una sola cosa,
sólo que se expresan con códigos diferentes: la mente se expresa mediante
palabras o mediante ¡gritos!, mientras que el cuerpo se expresa por sensaciones
o mediante ¡enfermedades!.
Cuando hay un conflicto que
resolver, y la mente lo reprime, tiene que buscar otra forma de expresarse.
Entonces el cuerpo habla: enfermamos.
En occidente, la medicina
tradicional se ha hecho cargo de interpretar este lenguaje del cuerpo mediante
la ciencia y ocuparse de silenciarlo fundamentalmente mediante la química y la
cirugía.
Pero son posibles otras formas de
entender la enfermedad como por ejemplo en la cultura chamánica, como en la
llamada “nueva medicina”. En la psicogenealogía, podemos entender la enfermedad
como un puente, entre un conflicto a solucionar, con su raíz en el árbol
genealógico (nudo, secreto, trauma, fantasma,…) y la sanación de dicho
conflicto, pero esta vez desde el arte, mediante la psicomagia o el
psicochamanismo.
“Donde hay consciencia, no hay
síntoma”
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