
Se trata de un estado
inflamatorio en estas zonas del cuerpo femenino, la vagina y la vulva, las
cuales están relacionadas con el placer, con la capacidad de proporcionar y
recibir placer sexual.
Cuando una mujer presenta
cualquier problema en la vagina, quiere decir que ha vivido o que está viviendo
un conflicto de separación, relacionado con su posición femenina con respecto a
su pareja. Quiere decir que no disfruta la sexualidad plenamente o que su
pareja le presiona sexualmente a hacer cosas que sexualmente no son agradables
para ella. La vagina representa la vida sexual y cualquier problema en ella
expresa frustración sexual.
De hecho, la aparición de
estas enfermedades, son la excusa perfecta frente a nosotras mismas o frente a
nuestra pareja, para “no poder” o “no tener que...”
La mujer que padece vaginitis
tiene emociones contenidas como la ira, la amargura o el rencor. Puede sentirse
utilizada, manipulada o no valorada sexualmente.
Conflicto de separación, por
no estar en contacto con la pareja, con el ser querido.
Frustración sexual durante el
acto sexual.
También puede indicar
culpabilidad sexual debido a creencias, o costumbres contrarias al disfrute del
placer sexual; en esos casos en lugar de practicar el sexo por puro placer lo
hace solo por obligación o por deber.
No darse el derecho de tener
relaciones sexuales.
Asimismo puede manifestarse
vaginitis cuando una mujer siente culpabilidad y vergüenza por haber
mantenido una relación ilegítima. Esta culpabilidad, consciente o no, lleva un
castigo autoimpuesto “en el lugar donde ha pecado”.
“No debo atraer al macho”.
La inflamación de la vagina
también puede reflejar miedo procedente de alguna experiencia antigua, más o
menos desagradable, relacionada con la sexualidad.
El herpes vaginal: se
manifiesta cuando la mujer siente culpabilidad y cólera respecto de su relación
sexual.
El picor o comezón vaginal: muestra
que algo me “pica” en la relación con el compañero. Separación del placer en el
contacto sexual. Posiblemente con un leve sentimiento de culpa.
Conflicto de relación sexual
forzada. Me siento manipulada, no valorada.
La vagina puede representar
también mi privacidad. Por lo tanto una intromisión constante de familiares en
mi casa o en mi vida, puede provocarme problemas vaginales.
Opiniones negativas de mi
suegra o cuñadas. Intromisión de otros con respecto a mi vida privada, mi
pareja, nuestra vida de pareja, etc.
“Dejo entrar la familia del
otro que son unos…”
Glándulas de Bartolino:
Pequeñas glándulas situadas en la apertura vaginal cuya función es la de
segregar lubricante para facilitar la función sexual. También segregan
feromonas.
La misión de estas glándulas
es la de favorecer las relaciones sexuales, reproducción. En caso de sequedad,
el sentido sería el contrario: no realizar el acto.
Conflicto de contacto sexual
no deseado.
Conflicto de culpabilidad
respecto al acto sexual o sensación de suciedad.
“Los hombres son peligrosos,
no puedo acercarme a ellos”.
“Debo rechazar el acto para
castigar a la pareja”.
“Si me quedo embarazada, me
despiden de la empresa”.
Conflicto de no poder o no
querer mostrar nuestro deseo.
Conflicto de sequedad: Mi
pareja es un “pedazo” de “cabrón” y quiero deshacerme de él.
Conflicto de bocado: necesito
atrapar un “pedazo” de hombre.
Bartolinitis: Las glándulas se
inflaman y se produce una obstrucción del canal de secreción.
Conflicto de rabia y
frustración en relación a la sexualidad: No tenemos derecho a tener ese
“pedazo” de hombre (frustración). Necesidad de que mi deseo sea reconocido y
aceptado.
Conflicto de no poder culminar
la unión carnal por no tener un hombre que nos pertenezca.
Rechazo a la penetración, es
una forma de castigar a la pareja. No permitirse el acto sexual, por miedo o
por creencias en su contra. Sentirse culpable por realizar el acto sexual.
Sequedad vaginal: Conflicto
sexual vivido con culpabilidad: "No debo atraer al macho".
Conflicto de prohibirse o
rechazar el placer. A veces es una forma inconsciente de querer castigar a la
pareja.
En los labios mayores:
Conflicto de relación sexual forzada. La persona se siente manipulada e
infravalorada.
También puede indicar una
prohibición autoimpuesta sobre las relaciones.
Vaginismo: Conflicto de
miedo a la sexualidad y la penetración (memorias de abusos). No tener derecho a
realizar el acto.
Recomendaciones para recuperar
la salud física, emocional y espiritual: