Úlcera
o llaga abierta y dolorosa en la boca o labios. Suelen presentar una coloración
blanquecina y están rodeadas por un área rojiza y brillante.
La
función es sensibilizar la zona para poder atrapar o soltar mejor el bocado. Si
además hay enfado, puede provocar una ulceración.
En los adultos: Conflicto por no poder expresarnos: “No poder decir la verdad,
me preocupa qué dirán”. “No poder revelar un secreto, me preocupa qué
dirán”.
Conflicto
de separación de la palabra: “Es vital para mí saber lo que hay en la boca del otro. No quiero que el otro se separe de
lo que tengo que decirle”.
Conflicto
por la palabra que no decimos (o sí decimos) y se vuelve contra nosotros.
“Escuchar un insulto y no poder responder”. “Las palabras me han herido, pero
yo no he contestado”.
Problema
de alguien introvertido que no quiere hablar de sus problemas e intenta
minimizarlos: “No querer hablar de problemas, me preocupa qué dirán”.
Conflicto
por no poder atrapar algo: “No puedo atrapar algo, me preocupa qué dirán”.
Comida:
No poder comer algo, cuando en realidad queremos hacerlo (típico de las
personas que hacen régimen).
Bocado
que se ha perdido: “Quiero volver a recuperar el amor de mi pareja”.
En
la mejilla izquierda: Conflicto relacionado con la familia.
En
la mejilla derecha: Conflicto relacionado con la profesión.
En
ambas mejillas: Verdad que no puedo decir.
En
la lengua: Verdad que no quiero decir.
En
los labios: Verdad que me atemoriza decir.
En
las encías: Verdad acerca de mí, que me irritó.
En
la garganta: Verdad acerca de mí, que no tragué.
En los niños: expresan un conflicto de separación, comida, beso… están
relacionadas con “no poder atrapar el pecho (amor) de mamá” por sentirse
separados de ésta (trabajo, guarderías, etc.).
“No
poder expulsar el bocado (es obligado a consumir un alimento, real o simbólico)”.
En
las personas propensas a tener aftas siempre hay que tener muy presente su
Proyecto Sentido, es decir: las vivencias y circunstancias que afectaron a su
madre desde la concepción hasta que la persona afectada cumplió tres años de
edad; pero, sobre todo, cómo fue esa primera autonomía al cumplir el primer año
de edad, así como la segunda autonomía en torno al tercer año de vida. Las
circunstancias en que haya tenido lugar ese progresivo alejamiento del pecho
materno determinarán la manera en que el niño asimile y asuma con mayor o menor
carga emocional su desapego progresivo. Ver BOCA, significado emocional
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