Las articulaciones sirven para
hacer movimientos, para hacer gestos en general. Representan la flexibilidad
para actuar, para cambiar de rumbo, para aceptar un cambio.
Las personas que presentan
problemas en las articulaciones, están viviendo o han vivido alguna situación
de "cambio" que se niegan a aceptar. Casi siempre se trata de un
conflicto de desprotección relacionado con la parte del cuerpo afectada. Si una
persona es incapaz de adaptarse, incapaz de comprender, de
evolucionar, de mejorar, muy seguramente está sin darse cuenta, dañando sus
articulaciones.
“Me resisto, me siento
desprotegido ante los cambios”.
“Los cambios me dan miedo”.
“Si algo cambia me muero”.
Conflicto de desvalorización
de uno mismo, ligado al movimiento, propio de la localización del tejido
cartilaginoso.
“No me valoro nada porque todo
el mundo me critica por mis movimientos”.
“Mi manera de moverme no es la
más elegante del mundo”.
Desvalorización respecto al
gesto: ¿cuál es el gesto que no puedo llevar a cabo? “Quisiera que mis gestos
fueran suaves y fluidos”.
Conflicto de desvalorización
relacionado con la actividad, el deporte o la destreza.
Graves faltas de respeto hacia
sí mismo.
Conflicto de “desarticulación”
en la familia. “Hay una mala articulación entre mis padres, entre mis hermanos
o entre otras personas que quiero, de manera que sufro por ello”.
Los dolores en las
articulaciones también se pueden dar en individuos presuntuosos, que desean ir
demasiado lejos y que jamás quieren doblegarse. Han perdido el respeto por la
vida.
Derrame sinovial: Cuando
se manifiesta éste síntoma quiere indicar que hay un cambio que no estamos
aceptando, un nuevo proyecto que no queremos iniciar o que no queremos hacer,
un camino que no queremos tomar, etc.
Inconscientemente estamos
"fabricando" más lubricante para ser "más flexible", porque
sea cual sea la actividad no la queremos hacer, y nos sentimos desprotegidos.
"Quiero ser más aceptable". "Me gustaría tener un poco más de dulzura
en mi sumisión, por favor". "Estoy de acuerdo en someterme, pero
dulcemente".
Rodilla:"Me
niego a someterme". "Me someto demasiado".
Muñeca:"Es
mucho trabajo". "Este trabajo no me gusta". "Todo lo hago
yo".
Codo: "Me
resisto a perder". "Debo ganar como siempre".
Recomendaciones para recuperar
la salud física, emocional y espiritual:
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