Es la cavidad del rostro que
comunica con el aparato digestivo y con las vías respiratorias.
La boca es un órgano de
incorporación, “atrapar el pedazo”, “quitar el pan de la boca” y de apertura.
Nos permite saborear antes de tragar o de rechazar, comer, alimentarnos
y también expresarnos.
Mediante ella el cuerpo recibe
las sustancias que necesita para funcionar: alimentos, agua, aire, etc.
Y por ella sale algo que nos
hace posible la comunicación con los demás: la voz. A través de ésta podemos
expresar nuestros pensamientos y sentimientos hacia el exterior.
Con la boca podemos
besarnos o escupirnos, dar palabras de ánimo o sembrar discordia, manifestarnos
suave como un arroyo o duro como un trueno.
Así pues, se trata de una vía
de doble sentido y, los problemas en esta zona expresarán uno u otro aspecto:
una resistencia a lo que tomamos, a las experiencias desagradables de la
vida que “no son de nuestro gusto” y que “nos dejan un sabor amargo
en la boca”; o bien un conflicto con nuestra expresión y capacidad para decir
lo que queremos (conflicto de escuchar un insulto y no poder responder).
Las afecciones de la boca
revelan una irritación, ya sea por aquello que ingerimos que no nos permite
saborear la vida o por el modo como nos expresamos y tanto puede significar
enfado hacia los demás, como hacia uno mismo.
Desvalorización en relación a
la palabra, a la expresión.
Desvalorización porque no nos
sentimos escuchados y es muy importante expresarse.
No puedo expresar un bocado.
Por ejemplo, cuando nos vemos obligados a escuchar un comentario desagradable y
no hemos podido responder.
La estomatitis (inflamación
bucal): significa cólera no expresada, ira. No nos permitimos expresar nuestra
agresividad.
Las mordeduras que nos
hacemos en el interior de la boca o en la lengua, nos indican que lo que nos
proponen o aquello que nosotros decimos no nos satisface.
También muestran que nos estamos refrenando para no expresar alguna
cosa que preferimos ocultar. O bien, que nos sentimos culpables de haber dicho
algo y, de esa manera, nos lo estamos reprochando.
Boca torcida: El
desequilibrio en la boca al hablar indica un desequilibrio en las ideas que se
expresan.
Boca seca: Intentar
evitar tragar algo que nos obligan a tragar. Falta de seguridad al expresarnos.
Encías: Recubren
la base de los dientes y nos dan el contacto y la sensibilidad con el
bocado.
Conflicto: Separación del
bocado, que ya tocábamos. Entendido como “bocado” o como “palabras”.
Desvalorización muy grande por
la palabra no dicha o por no lograr lo que se desea con lo que se dice.
Conflicto con las decisiones
tomadas que no fueron bien recibidas.
Gingivitis o inflamación de
las encías: Conflicto de atrapar o retener el bocado y conflicto de
expresar el bocado.
Conflicto con las palabras no
dichas y los deseos no expresados. Sucede cuando alguien “traspasa nuestras
fronteras” y no somos capaces de responder (por no tener permiso, capacidad o
fuerza…). Por ejemplo: alguien nos insulta de forma desagradable y no podemos
responderle. “Palabras no dichas”.
“Mi palabra no da la talla”.
También el conflicto
contrario: Cuando decimos algo importante y eso no logra traspasar las
fronteras del otro: Dije algo y el otro no comprendió nada. “Deseos no
expresados”. “No puedo expresarme”. “Si por lo menos lo hubiera dicho”.
Conflicto con las decisiones
tomadas que no fueron bien recibidas.
Ulceración de las encías: “Si
hablo, se entiende otra cosa. ¡Lo digo yo, no me creen! ¡Me tratan de
mentiroso!
Periodontitis: Inflamación
del periodonto, zona de las encías.
Una inflamación implica ira y
rabia por el pedazo que no termino de atrapar.
Conflicto de no poder morder.
Conflicto de impotencia para
atrapar el pedazo en forma de decisión.
Miedo e impotencia a tomar
decisiones.
Encías sangrantes:
La sangre hace referencia a la familia y la inflamación a la ira.
Conflicto: Bocado con
connotación de decisión. “Tenía una decisión y al final no la he seguido o no
la he podido seguir”.
Cáncer de boca: Conflicto
de atrapar bocado y desvalorización respecto a la palabra: No conseguimos
expresarnos, o no conseguimos ser valorados (alimento emocional).
Conflicto de pedazo: No nos
permitimos expresar nuestra agresividad, o no conseguimos alimentarnos. Siempre
vivido en un entorno de resentimiento constante y de larga
duración.
“No puedo atrapar un
bocado"
"No puedo expresar
(soltar) un bocado".
Como “bocado” entendemos desde
alimento real o emocional hasta palabras o contacto cariñoso.
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