
La sangre (familia, clan) transita por las venas en su camino de retorno; una vez compartido nuestro amor, regresa al corazón (casa) con el amor que ha recibido de nuestro entorno.
Los problemas venosos indican que nos resulta difícil aceptar o recibir la vida, el amor y la alegría y permitirle un espacio en nuestro interior.
Simbolizan la comunicación en la familia. Si tenemos problemas significa que existen conflictos de comunicación familiar o en las relaciones familiares.
Asimismo puede indicar que estamos viviendo un conflicto de desvalorización, con respecto a no ser capaz de asumir, manejar, solucionar, alguna situación en la familia.
“No soy capaz de cargar esta cruz”.
“Tengo que limpiar la sangre sucia de la familia”.
Flebitis y tromboflebitis: “Estoy desvalorizado y no puedo moverme” “Vivo arrastrando problemas ajenos, me siento atrapado en este trabajo, en esta relación”
Hay un impedimento para que yo continúe mi camino, para que cambie, para que yo logre mis metas y casi siempre está relacionado con algún tema familiar.
Afecta principalmente a las piernas y nos habla de una desvalorización propia, una desvalorización que percibimos en nosotros.
Conflicto de tener las «piernas atadas», «pies de plomo».
Tenemos la sensación de que «algo» o «alguien» nos ata, que hay algo que no queremos o querríamos hacer; se trata como de un impedimento para que hagamos algo o dejemos de hacerlo.
Estamos como “atrapados en una situación”.
En la mayoría de los casos se trata de cargas que ya no esperábamos pero que, por diversos motivos, vuelven a nuestra vida.
Ejemplos:
– Abuelos que desean vivir tranquilos, descansar, viajar, etc. y, por alguna circunstancias, se tienen que responsabilizar de sus nietos.
– Mujer que desea una vida profesional plena y un embarazo inesperado se lo impide.
– Mujer que desea trabajar pero, al casarse, su marido se opone.
– Hombre que desea viajar para estudiar, pero su familia no se lo permite.
Flebotrombosis: Conflicto recurrente. Continuo cayendo una y otra vez, en el conflicto emocional de las cargas, de los lastres.
“Me libero de una carga, vuelvo a retomar mi carga.
Conflicto de no poder volver al hogar por algo feo que me espera. «No puedo volver a mi casa, el centro del territorio familiar”.
En las venas periféricas debemos sumar un conflicto de abandono.
Las piernas son el reflejo de nuestra movilidad en la vida, en nuestras relaciones.
Nos expresan que estamos decepcionados porque nos hemos implicado mucho en la vida, en la familia y nos sentimos insatisfechos debido a que hemos recibido muy poco en proporción a lo que hemos dado.
Hay una falta de retorno de la vida, de la familia, etc.
Estamos disgustados y cansados, ya que lo que hemos vivido nos parece sombrío, sin pasión y sin alegría.
Tenemos un sentimiento de impotencia y una sensación de no saber cómo vivir nuestros deseos y nuestras ansias de felicidad.
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