Un maestro zen estaba sacando agua del pozo, y un devoto que había oído hablar de él y venía desde muy lejos para verlo le preguntó:
¿Dónde puedo encontrar a Fulano, el maestro de éste monasterio?
Pensaba que aquel hombre tenía que ser un sirviente, que sacaba agua del pozo.
El maestro se echó a reír, y dijo:
_ Yo soy la persona que andas buscando.
El devoto no se lo podía creer, y dijo:
_ He oído hablar mucho de ti, pero jamás te imaginé sacando agua del pozo.
_ Pues eso era lo que hacía antes de iluminarme _dijo el maestro. Sacar agua del pozo, cortar leña…Eso es lo que hacía antes y eso es lo que sigo haciendo.
Soy muy eficiente en esas dos cosas: sacar agua del pozo y cortar leña. Ven conmigo. Lo siguiente que voy a hacer es cortar leña. Obsérvame.
_ Pero entonces, ¿qué diferencia hay? _ preguntó el hombre.
Antes de iluminarte hacías esas dos cosas, después de la iluminación sigues haciendo las mismas dos cosas. ¿Qué diferencia hay?
El maestro se echó a reír.
_ La diferencia es interior. Antes lo hacía todo dormido; ahora lo hago todo conscientemente, esa es la diferencia.
Las actividades son las mismas, pero yo ya no soy el mismo. El mundo es el mismo, pero yo no soy el mismo. Y como ya no soy el mismo, el mundo tampoco es el mismo para mí.
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maravilloso cuento!!!!!!
me encantan estas historias, porque siempre nos dejan pensando……….
es verdad, el iluminado sigue haciendo lo que hacía, pero ahora consciente de sus buenas acciones………..
un abrazo y gracias por esta historia
Hola Adrisol: Gracias de nuevo por compartir tu opinión.
Me parece que para el maestro que actua desde la CONCIENCIA lo bueno y lo malo ya se han fundido lo uno en lo otro, ¿no? Eso de bueno-malo; hombre-mujer; queda para los que aún andamos influenciados por la mente, ¿no crees?
Un abrazo y gracias a ti: Joman.
Hola Joman, me encanta todo lo que escribes, y lo que expones en tu blog.
Hace dos años que habriste una puerta en mi interior y el tiempo se detuvo, ahora puedo observar mi mente y no dejarme llevar por ella. Ahora me amo más a mi mismo y amo por lo tanto más a la vida. He adquirido un compromiso con la vida y conmigomismo. Te quiero agradecer el habernos encontrado en este camino que es la vida. Has sido junto con tu familia la chispa que ha encencido la llama en mi interior, por fin siento que estoy vivo.
Aun me queda mucho camino que andar pero tu me enseñaste la verdad.
Te quiero y te mando un abrazo.
Querido Jaro: Como tú bien sabes, cuando hablamos sobre alguien lo que hacemos es una proyección, en realidad estamos hablando sobre nosotros mismos.
Nosotros tambien damos gracias por haberte encontrado y por la gran oportunidad que tenemos de continuar el camino juntos.
Un fuerte abrazo: Joman.