
Es una de las partes flexibles del brazo. Tiene la capacidad de moverse hacia cualquier lado, excepto hacia atrás.
Los problemas en el codo me advierten acerca de un conflicto relacionado con la utilización del brazo, además, están vinculados con el trabajo, con mi actividad profesional y mi forma particular de hacer las cosas a mi manera, a mi ritmo, etc.
Como los codos los utilizo para apoyarme, si tengo molestias me indica que he vivido una desvalorización vinculada al trabajo que realizo; siento que no me valoran, que carezco de apoyo y toda la responsabilidad cae sobre mí porque nadie me ayuda.
“No tengo apoyo en mi trabajo”, “Siento que no me valoran”, “No disfruto en mi trabajo”
Además, también me hablan sobre si soy flexible o no en mi comportamiento y en mis relaciones laborales. “Me niego a abrir mis brazos y compartir mis cosas”
Asimismo, me expresan si soy una persona avariciosa o no. “Quiero abarcar más, quiero conseguir más”.
De igual manera, me informan si me veo obligado a abrazar algo, a pesar de que no estoy de acuerdo, pero lo hago solo para mantener mi status, mi economía, etc.
El dolor en el codo también puede aparecer si me encuentro desempleado o me he visto obligado a cambiar de trabajo en contra de mi voluntad, etc.
Si afecta a la piel (psoriasis, eccema), significa que, “Me siento separado del trabajo”.
El interior del codo está relacionado con el afecto, con mi intención de querer o no abrazar a alguien.
Cuando el codo está en perfecto estado nos permite apretar a alguien con fuerzas.
Asimismo, el codo está relacionado con mi libertad para actuar. Si tengo molestias me indica que carezco de espacio suficiente para actuar con libertad. “Me abro espacio”.
Puede dolerme también cuando rechazo o no admito la forma de actuar de alguien o cuando me veo obligado a aceptarla.
O cuando tengo que hacer algo en contra de mi voluntad y que hubiera deseado evitar o haberlo hecho de manera diferente.
También puedo tener problemas cuando mantengo una actitud egoísta y falta de consideración o, cuando voy por la vida “abriéndome paso a codazos” con tal de conseguir mis objetivos (parte externa).
Cúbito: los problemas en éste hueso me hablan de un conflicto de desvalorización relacionado con un perímetro de seguridad a mí alrededor.
Del mismo modo puede afectarse cuando tengo dificultades para “compartir” algo relacionado con mi radio de acción.
O, tal vez, se trata de una desvalorización por querer competir con otras personas cercanas a mí.
Epitrocleitis: (codo de golfista) se trata de la inflamación de los tendones en la inserción de los músculos epitrocleares.
Se produce un dolor en la parte interna que se expande por el antebrazo hasta la muñeca y dificulta el movimiento de apretar las manos (agarrar algo).
Me expresa un conflicto de querer soltar o no soltar algo en un contexto de trabajo o de relación personal.
“Quiero algo y me lo impiden”, “No puedo impedir…” “No puedo detener a…”
En la mayoría de los casos se refiere a disputas con la pareja, por lo cual es imposible tenerle entre mis brazos.
Cuando afecta a la parte externa significa que quiero apartar a alguien de mi lado.
Si el dolor aparece en la parte interna expresa que quiero abrazar a alguien, pero me privo o me lo impiden.
Si el dolor aparece en la parte interna expresa que quiero abrazar a alguien, pero me privo o me lo impiden.
Cóndilo: si tengo molestias en este hueso me indican que me siento desvalorizado con respecto a la calidad de mi trabajo, o con mis habilidades para realizarlo o, quizás, no estoy de acuerdo con lo que me pagan por mi trabajo.
Tróclea: las molestias aquí me hablan acerca de una situación de desvalorización y culpabilidad por haber actuado de manera sucia, ilegal en el trabajo, para mi bien propio, para sobresalir, triunfar, etc.
Es importante saber que los codos siempre darán síntomas (dolor, molestias, inflamación, etc.) en fase de resolución del conflicto emocional y nunca antes o durante.
Si el malestar se vuelve “crónico”, es porque estoy activando y desactivando el conflicto emocional permanentemente y no sanará hasta que afronte y resuelva la situación definitivamente.
En general, los problemas en el codo aparecen a causa de vivencias personales en mi vida actual y casi nunca corresponden a programas heredados de mis ancestros.
No obstante, si no me identifico con los conflictos mencionados, es obvio, que deberé buscar el origen en mi proyecto sentido y en mi árbol genealógico.
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