PELVIS (Conflictos emocionales que pueden afectarle)

 

Es una cavidad del esqueleto situada en la parte inferior del tronco, formada por los huesos coxales, sacro y cóccix.  

La pelvis es la estructura ósea que está en estrecho vínculo con el útero. Por tanto, los problemas de la pelvis estarán interconectados con los de dicho órgano.

La pelvis está relacionada con la reproducción y la sexualidad.

En el 60% de los casos existe la creencia de que “no soy bueno en el sexo”.

El 20% de los casos puede hacer referencia a que “no puedo gestar, aceptar, recibir, cuidar, proteger, a un recién nacido”.

En el 20% restante puede deberse a que “mi vida sexual está fuera de la norma” y me siento desvalorizado en este aspecto.

Ya sea porque me considero una mujer “mayor para esas cosas» o bien si me siento ya “poco atractiva para mi marido o pareja”.

Puede ser también, que mi pareja es más joven y me siento algo pasada de moda en el plano sexual.

Cuando hay metástasis el conflicto suele ir en el sentido de: “Tengo cáncer y mi marido todavía quiere hacer el amor y yo no quiero, para mí es hacer algo fuera de la norma”.

Otra razón por la que podemos presentar un problema en la pelvis, es el hecho de considerar «las relaciones sexuales» como una competencia de habilidades.

Siempre practico las relaciones sexuales pensando si llegaré al orgasmo, si será total el placer que le doy a mi pareja, si se sentirá satisfecho, si le gusto, si voy a hacerlo feliz, etc.

No siento que mi forma, estilo, etc., de tener relaciones sea buena. ¿Voy bien?, ¿Le toco ahí?, ¿Le digo esto?, ¿Me muevo así?

Asimismo, los problemas en la pelvis pueden estar relacionados con una dificultad para concebir hijos o nietos, como consecuencia de dramas ocurridos en la familia  en relación a la concepción de niños.

Como por ejemplo abortos, malformaciones, esterilidad, infertilidad, partos difíciles, contracciones ineficaces, cesáreas de urgencias, muerte fetal en el útero, o al nacer, etc.

Pero, simbólicamente, está relacionado también con hacer nacer o emprender un nuevo proyecto en mí mismo, sobre todo en lo que se refiere a nuevas actitudes o nuevos comportamientos.

Del mismo modo, puede referirse a una desvalorización por no haber realizado bien la función de madre, por haber tenido partos difíciles, “yo hubiera querido que se abriera un poco más” o, por no haber podido acoger a un hijo satisfactoriamente.

A nivel simbólico, los problemas en la pelvis me muestran que tengo dificultades para hacer nacer algo nuevo en mi vida, en las decisiones por tomar frente a nuevas direcciones que tengo que elegir. “¿Qué dirección debo tomar respecto a…?”.

Por otra parte, si tengo dificultades a este nivel me puede indicar que evalúe la importancia de mis necesidades fundamentales como la vivienda, la alimentación, la sexualidad, etc., para que mi vida esté asentada en bases sólidas y sanas.

 

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