
La persona que ha desarrollado la estructura del desconfiado es muy probable que en vidas anteriores haya ocupado una posición social de mucho poder e influencia sobre los demás.
Ha podido ser un rey o reina, un presidente, un líder religioso, o el jefe de un ejército.
Es decir, alguien que ha ejercido y gozado de una gran autoridad sobre los demás, que ha tenido a mucha gente a su servicio y ha sido reconocido, elogiado, exaltado, etc.
Se sentía alguien muy especial, que merecía ser amado y admirado. En cierta forma, utilizó esa posición para engrandecer su ego y llenarlo de soberbia y orgullo.
Pero lo que no se esperaba es que en el último momento iba a ser traicionado por aquellos que le habían prometido reconocimiento y admiración para siempre, por aquellos en quien más confiaba.
Y no solo traicionado, sino que muy probablemente, era despojado de su poder, derrotado y asesinado.
De ahí que, como consecuencia de esta experiencia, guarda en la memoria de su inconsciente, el sentimiento de que para sentirse seguro y evitar ser traicionado necesita atesorar y aferrarse mucho más al poder y conseguir que todo el mundo esté bajo su control.
Extracto de mi nuevo libro LA TAREA DEL ALMA, si deseas adquirirlo haz clic sobre el enlace de Amazon:
Imagen:cienciainterior.com