Es el segmento de la
extremidad inferior comprendido entre la rodilla y
el tobillo.
Son quienes nos llevan día
tras día recorriendo la vida, toda nuestra vida reposa sobre las piernas. Son
las que nos permiten desplazarnos, movernos, avanzar o retroceder, ir de un
lugar a otro, progresar; y también son las que nos permiten los acercamientos,
ir hacia el encuentro con los demás.
Las piernas reflejan
perfectamente nuestro comportamiento, la manera en que las hemos usado, tanto
física como emocionalmente.
Cuando aparecen problemas en
las piernas nos indica que estamos teniendo dificultades en nuestra relación
con el mundo o con los demás. Quizás ya no podemos soportar más una situación
concreta o tenemos la sensación de no poder avanzar. Bien porque tenemos la
impresión de no poseer los medios necesarios para llevar a cabo aquello que
deseamos, o tal vez, porque nos sentimos limitados o impedidos en la acción,
bien sea por nosotros mismos o por otra persona.
Unas piernas
débiles, nos hablan sobre una persona que se las ve y se las desea para
sostenerse, que tiene dificultades para mantenerse sobre sus piernas, para ser
independiente y continuamente andará buscando el apoyo de los demás.
Unas piernas macizas y
musculosas, son síntomas de una personalidad arrogante y rígida, que le cuesta
mucho cambiar o realizar cualquier actividad de forma espontánea, no
estructurada.
Unas piernas gordas y
poco desarrolladas, nos señalan a alguien incapaz de moverse en el
mundo, van por la vida arrastrando los pies o con pies de plomo, porque tiene
mucha dificultad para avanzar, para tomar decisiones.
Las piernas
nervudas, que son delgadas pero fuertes, pertenecen a
individuos que siempre están en movimiento, no pueden permanecer
quietos, tienen problemas para relacionarse y para arraigarse.
Piernas pesadas o cansadas: Expresan
la sensación de mucha carga que significa para nosotros hacer ciertas cosas.
“Llevar una carga demasiado pesada”. "Esta labor me parece muy
pesada". "Mi vida es muy pesada". "Qué pesado es
trabajar". "Qué pesado es ir hasta la escuela por mis nietos".
Piernas, (circulación
de retorno), nos hablan sobre nuestra relación con el trabajo:
“Ir al trabajo se me hace
cuesta arriba”.
Capilares de las piernas: Conflicto
de cargar con un peso y no poder con ello. Conflicto de poner algo limpio y
quitar algo sucio en la familia.
Piernas,
retención de líquidos: “No me ocupo de mi y he perdido el tiempo”.
Los Calambres en
las pantorrillas nos expresan con claridad lo crispado e irritado que
estamos por vernos obligado a tomar una dirección contraria al propio deseo.
Conflicto de ser hiper-competente.
Tibia: La tibia está relacionada
con el crecimiento y la emancipación.
Representa mi crecimiento de
niño a adulto, mi emancipación, salir a estudiar, a trabajar, a hacer lo que me
gusta.
Conflicto de desvalorización:
dificultad para emanciparse, para poder ser uno mismo.
Suele afectarse por conflictos
con la madre por necesitar de su permiso, su visto bueno, por impedirme ser yo
mismo.
A veces para el inconsciente
la madre puede ser nuestra pareja.
La espinilla: representa
mi estilo de vida, lo que amo hacer. Si sufrimos algún daño en ella:
“ideales rotos”.
Peroné: El peroné también
está relacionado con el crecimiento. Representa al padre o a nuestra
responsabilidad como tal: “No es un buen padre”.
Conflicto de desvalorización:
“Me siento incapaz de marcharme, de independizarme, para hacer mi propia vida”.
Pierna derecha: Debo ir,
avanzar hacia… pero no lo deseo.
Lado afectivo. Pierna de
arranque del movimiento.
Pierna izquierda: Quiero ir,
avanzar hacia… pero no puedo.
Lado del peligro. Pierna en
espera del movimiento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario